Mi razón de sonreír
¿Sabes? Cuando me dijiste que te gustaba, te creí. No me hizo feliz como cabía esperar, mi corazón sabía que yo te gustaba. Puse mi corazón en tus manos y te lo regalé. Y tu lo cuidaste como un gran tesoro, como si aquello fuese tu más preciada posesión y yo caía cada día más por ti. Me hiciste sentir que todo era real. Que aunque tu fueras la perfección en persona y yo estuviese llena de imperfecciones y defectos, éramos iguales. Que tu no estabas por encima de mi y que yo no estaba por encima de ti. Los dos, juntos, en un mismo nivel, no había nada más. Y ahora que no estás... Me doy cuenta de que nunca nadie me tratará como tu. De que ellos no serán tú y que aunque él me llame " mi princesa " yo solo soy tu princesa. Tu eres el auténtico príncipe encantador, el príncipe azul. Me doy cuenta de que soy una mota de polvo comparada con cualquier persona del mundo (a estas alturas tu estás entre ellos), que no merezco importarle a nadie... Gracias por aceptarme, tienes ...