Otro camino que va a ninguna parte

 Siempre me he arrastrado, porque así soy yo. De tener un miedo atroz a perder a la persona que quiero. Porque la gente siempre se va de mi lado. Llega un día que de golpe se les cambia el chip, y se van. Y como me duele, tengo miedo al abandono.  Pero hasta hoy hacia las 2am* nunca en la vida había tenido que mendigar un te quiero. En la vida. Nunca pensé que llegaría este momento. Además, lo que "escuché" a continuación fueron las palabras más frías que he escuchado en mi vida. Nunca pensé que me dolería tanto un te quiero. Fue un puñal en el corazón. Me rompió más de lo que debería haber reconstruido.  Mendigar un te quiero ha sido la cosa más ruin que se le puede hacer hacer a un ser humano. Al menos cuando se supone que amas a esa persona. Y más cuando esa persona lleva mucho rato abriéndose ante ti y recordándote que te quiere con locura.  Sí. Te lo pedí. Te lo pedí porque lo necesitaba. Te lo pedí porque es lo que te hubiera dicho si tú hubieses estado en mi l...

Hoy estoy aquí por prescripción de una amiga psicóloga. Dice que debo escribir lo que siento para desahogarme, para regodearme, para ser consciente de mis sentimientos y si hace falta, para recordar por qué me sentí así. So there I go. Estoy triste y dolida. No por algo concreto sinó porque me duele, así, sin más. Me duele pensar que la balanza no está equilibrada. Que me culpo demasiado por todo. Que invalido mis emociones. Que pongo por encima sus sentimientos a los míos. Y que tenemos formas de querer diferentes.  Me duele tremendamente esto último. Nadie puede imaginar cuánto. En mi cabeza la manera de querer correcta es la mía, y saber que él no lo hace igual, me lleva a pensar que no me quiere tanto. Cuando no es verdad, solo lo hace de forma diferente.  No puedo quiero echar a perder lo nuestro. Le necesito (y sí, digo necesito cuando soy consciente que debería decir le quiero) en mi vida. Porque a su lado me siento capaz y funcional, que por mi misma lo soy, pero él m...