Jugando al ajedrez

Observo desde lejos el juego. 
Estoy atenta a cada uno de sus movimientos para poder decidir una estrategia mental. Pero no sirve de nada. Estoy fuera de juego, mejor dicho nunca he llegado a jugar. Se podría decir que soy una suplente pero no llego ni a eso, simplemente espero a que tu contrincante haga un mal movimiento que le lleve a la derrota. Una vez derrotado la que tendría que entrar sería yo, todo el mundo lo sabe. 




Pero nunca es así. De que soy consciente de que tu contrincante ha perdido y yo voy a tu lado para estar contigo, viene alguien detrás suyo que se sienta rápidamente e inmediatamente se pone a jugar contigo. Nunca voy a conseguir jugar contigo, nunca llegaré a ser una contrincante para ti o según y como se mire, una compañera en el juego. No, tu prefieres jugar con otra persona y mantenerme en un segundo lugar aguardando a un "por si a caso" que nunca llegará. 





Comentarios

Entradas populares de este blog

El mismo dilema de siempre

Caídas

I'm scared