Hombre víctima
Los estudios en este campo empezaron hace unos pocos años y por lo tanto aún no se ha podido recoger el material necesario para poder dar un perfil 100% fiable. Cualquier interpretación de los datos aquí mostrados quedan bajo su propia responsabilidad.
Hoy os voy a hablar de el hombre víctima.
El hombre víctima es un varón de entre 15-21 años (aproximadamente, datos no comprobados) que intenta dar pena para que buenas almas (usualmente del género femenino) los acojan con finalidad de... ¿De qué?
Bien, la finalidad de querer ser acogidas es, según ellos mismos; ser queridos y poder amar a alguien.
Según los resultados de los estudios realizados el objetivo es augmentar su ego. ¿Y cómo lo hacen?
Primeramente, haciendo honor a su nombre, se hacen la víctima. <<"Nadie me quiere"; "no le gusto a nadie"; "nadie quiere hablar conmigo"; "necesito alguien a mi lado para decirle que le quiero"; "estoy solo">> son algunas de las frases que utilizan para captar la atención de las buenas almas. Una vez las buenas almas han picado solo hace falta meterlas en la red.
La técnica para ello consiste en acercar a la mujer* con palabras bonitas y halagos. Hacerla sentir cómoda hasta que deje sus miedos a un lado, hasta despertar un fuerte sentimiento en ella y se empieza a atar a él. ¿Y entonces?
Entonces entran a la acción y la capturan. Los que hasta ahora se han portado como auténticos caballeros, como príncipes azules, como la mejor cosa que una mujer podría tener a su lado; ahora son auténticos cretinos. Todas las palabras bonitas que una vez le dedicaron, se esfuman, se borran, ya no queda ningún rastro de ellas.
Ahora todo lo que importa es que ella está atrapada, que tiene que quedarse a su lado aunque no quiera, porque no tiene escapatoria. En este momento el hombre víctima dedicará sus palabras bonitas a otras buenas almas y no le importará herir los sentimientos de la mujer que ya tiene atrapada. ¿Por qué no le importa? ¿Por qué ella no se escapa?
A él no le importa porque sabe que ella no puede marcharse. Sabe que a ella una separación le causaría dolor, y sabe que ella la último que quiere es sufrir; por lo tanto la tiene comiendo de su mano pudiendo, así, manejarla a su antojo.
Ella no se escapa para evitar el dolor. No se escapa porque lo único que la hace ser feliz son las palabras que él utiliza para retenerla. Aunque sean escasas y vacías intentan ser bonitas, intentan hacerla sentir cómoda y feliz para que ella vuelva a sentirse a gusto a su lado, y no se marche.
En alguno de los casos estudiados se ha observado que el hombre víctima hace sentir culpable a la mujer como forma de retención. Es decir que cuando la buena alma parece querer escapar al ver que no es lo que ella pensaba; el hombre víctima, mediante indirectas (pocos son los casos en el que las acusaciones son claras) hacen que ella se sienta mal y culpable de sus pensamientos. De esta manera consigue que la mujer se quede a su lado y con los sentimientos por él intactos (en algunos casos incluso aumentados).
¿Y como acaba esta historia?
Poco se sabe por los finales de las buenas almas atrapadas por los hombres víctima. Los estudios muestran que la ruptura es seca y repentina, sin motivo aparente. Se cree que el fin se debe a que el hombre víctima está cansado de esa buen alma o tiene a otra alma más a la que molestar.
Aún y así, se sabe que aunque para el hombre víctima la ruptura es muy fácil, la mujer buena alma, lo pasa mal. Después de la ruptura brusca donde ella no entiende nada de lo que está pasando, necesita un tiempo para volver a respirar sin él, a nadar sin la "seguridad" que él le ofrecía. Con el tiempo la buena alma se adapta a la situación y poco a poco acaba superándolo.
Para finalizar, me gustaría recalcar el porqué de su nombre, hombre víctima. Atrapan a la gente yendo de víctimas, diciendo que están mal y necesitan ayuda aprovechándose así de las buenas almas.
Si no tienes muy claro si te has encontrado con un hombre víctima mírate las frases que utilizan como cebo (párrafo 4). Si te han dicho alguna de ellas (o similares, solo hemos escogido las más comunes) intenta cortar la relación lo más rápido posible. Aléjate antes de que estés en su red, porque una vez en la red, atraparte es un juego de niños.
*Estudios aún no realizados en casos hombre víctima-hombre, pero es muy probable que los haya.
editado el 25 de septiembre del 2014
Estudios recientes parecen indicar que las relaciones con hombre víctima se acaban convirtiendo en lo popularmente llamado friend zone. Donde una de las dos personas de la relación solo quiere amistad aunque la otra persona necesite amor.
Hoy os voy a hablar de el hombre víctima.
El hombre víctima es un varón de entre 15-21 años (aproximadamente, datos no comprobados) que intenta dar pena para que buenas almas (usualmente del género femenino) los acojan con finalidad de... ¿De qué?
Bien, la finalidad de querer ser acogidas es, según ellos mismos; ser queridos y poder amar a alguien.
Según los resultados de los estudios realizados el objetivo es augmentar su ego. ¿Y cómo lo hacen?
Primeramente, haciendo honor a su nombre, se hacen la víctima. <<"Nadie me quiere"; "no le gusto a nadie"; "nadie quiere hablar conmigo"; "necesito alguien a mi lado para decirle que le quiero"; "estoy solo">> son algunas de las frases que utilizan para captar la atención de las buenas almas. Una vez las buenas almas han picado solo hace falta meterlas en la red.
La técnica para ello consiste en acercar a la mujer* con palabras bonitas y halagos. Hacerla sentir cómoda hasta que deje sus miedos a un lado, hasta despertar un fuerte sentimiento en ella y se empieza a atar a él. ¿Y entonces?
Entonces entran a la acción y la capturan. Los que hasta ahora se han portado como auténticos caballeros, como príncipes azules, como la mejor cosa que una mujer podría tener a su lado; ahora son auténticos cretinos. Todas las palabras bonitas que una vez le dedicaron, se esfuman, se borran, ya no queda ningún rastro de ellas.
Ahora todo lo que importa es que ella está atrapada, que tiene que quedarse a su lado aunque no quiera, porque no tiene escapatoria. En este momento el hombre víctima dedicará sus palabras bonitas a otras buenas almas y no le importará herir los sentimientos de la mujer que ya tiene atrapada. ¿Por qué no le importa? ¿Por qué ella no se escapa?
A él no le importa porque sabe que ella no puede marcharse. Sabe que a ella una separación le causaría dolor, y sabe que ella la último que quiere es sufrir; por lo tanto la tiene comiendo de su mano pudiendo, así, manejarla a su antojo.
Ella no se escapa para evitar el dolor. No se escapa porque lo único que la hace ser feliz son las palabras que él utiliza para retenerla. Aunque sean escasas y vacías intentan ser bonitas, intentan hacerla sentir cómoda y feliz para que ella vuelva a sentirse a gusto a su lado, y no se marche.
En alguno de los casos estudiados se ha observado que el hombre víctima hace sentir culpable a la mujer como forma de retención. Es decir que cuando la buena alma parece querer escapar al ver que no es lo que ella pensaba; el hombre víctima, mediante indirectas (pocos son los casos en el que las acusaciones son claras) hacen que ella se sienta mal y culpable de sus pensamientos. De esta manera consigue que la mujer se quede a su lado y con los sentimientos por él intactos (en algunos casos incluso aumentados).
¿Y como acaba esta historia?
Poco se sabe por los finales de las buenas almas atrapadas por los hombres víctima. Los estudios muestran que la ruptura es seca y repentina, sin motivo aparente. Se cree que el fin se debe a que el hombre víctima está cansado de esa buen alma o tiene a otra alma más a la que molestar.
Aún y así, se sabe que aunque para el hombre víctima la ruptura es muy fácil, la mujer buena alma, lo pasa mal. Después de la ruptura brusca donde ella no entiende nada de lo que está pasando, necesita un tiempo para volver a respirar sin él, a nadar sin la "seguridad" que él le ofrecía. Con el tiempo la buena alma se adapta a la situación y poco a poco acaba superándolo.
Para finalizar, me gustaría recalcar el porqué de su nombre, hombre víctima. Atrapan a la gente yendo de víctimas, diciendo que están mal y necesitan ayuda aprovechándose así de las buenas almas.
Si no tienes muy claro si te has encontrado con un hombre víctima mírate las frases que utilizan como cebo (párrafo 4). Si te han dicho alguna de ellas (o similares, solo hemos escogido las más comunes) intenta cortar la relación lo más rápido posible. Aléjate antes de que estés en su red, porque una vez en la red, atraparte es un juego de niños.
*Estudios aún no realizados en casos hombre víctima-hombre, pero es muy probable que los haya.
editado el 25 de septiembre del 2014
Estudios recientes parecen indicar que las relaciones con hombre víctima se acaban convirtiendo en lo popularmente llamado friend zone. Donde una de las dos personas de la relación solo quiere amistad aunque la otra persona necesite amor.
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