Mi razón de sonreír
¿Sabes?
Cuando me dijiste que te gustaba, te creí. No me hizo feliz como cabía esperar, mi corazón sabía que yo te gustaba.
Puse mi corazón en tus manos y te lo regalé. Y tu lo cuidaste como un gran tesoro, como si aquello fuese tu más preciada posesión y yo caía cada día más por ti.
Me hiciste sentir que todo era real. Que aunque tu fueras la perfección en persona y yo estuviese llena de imperfecciones y defectos, éramos iguales. Que tu no estabas por encima de mi y que yo no estaba por encima de ti. Los dos, juntos, en un mismo nivel, no había nada más.
Y ahora que no estás... Me doy cuenta de que nunca nadie me tratará como tu. De que ellos no serán tú y que aunque él me llame "mi princesa" yo solo soy tu princesa. Tu eres el auténtico príncipe encantador, el príncipe azul. Me doy cuenta de que soy una mota de polvo comparada con cualquier persona del mundo (a estas alturas tu estás entre ellos), que no merezco importarle a nadie...
Gracias por aceptarme, tienes el corazón más enorme de este mundo y de verdad siento si alguna vez te herí.
Sé que mi corazón encajaba perfectamente en tus manos, que mi alma se funde con tu cuerpo y que mi cuerpo solo sabe ser cuando está entre tus brazos.
Pero tu nunca me prestaste tu corazón para mirar si cabía en mis manos, encerraste tu alma en ti y nunca me prestaste tu cuerpo. Ahora puedo ver que la verdad es que nada de eso me pertenece y tú lo hiciste para no herirme. Debería agradecértelo, pero duele demasiado.
Envidio a la chica que tiene tu corazón y a las chicas que te pueden ver día tras día y alegrarse con tan solo tu presencia. No sabes lo que daría para simplemente poder estar al fondo de tu clase observándote, saber que eres feliz y que tu sonrisa mueve este mundo.
Te amo. Te amo como nunca he llegado a amar. Te amo como nunca amaré. Fui tuya al 100%, no hubo una parte de mi que no cayese rendida a tus pies. Eras mi razón de sonreír y aunque suene muy egoísta, me cuesta verte feliz con ellos, te necesito.
Te he dejado ir, pero no significa que te haya podido olvidar, no todavía... Hay algún lugar en mi corazón que tiene la esperanza de que volverás y me dirás que me amas. Y que sin mi no eres feliz. Y que podemos ser felices para siempre si estamos juntos...
Cuando me dijiste que te gustaba, te creí. No me hizo feliz como cabía esperar, mi corazón sabía que yo te gustaba.
Puse mi corazón en tus manos y te lo regalé. Y tu lo cuidaste como un gran tesoro, como si aquello fuese tu más preciada posesión y yo caía cada día más por ti.
Me hiciste sentir que todo era real. Que aunque tu fueras la perfección en persona y yo estuviese llena de imperfecciones y defectos, éramos iguales. Que tu no estabas por encima de mi y que yo no estaba por encima de ti. Los dos, juntos, en un mismo nivel, no había nada más.
Y ahora que no estás... Me doy cuenta de que nunca nadie me tratará como tu. De que ellos no serán tú y que aunque él me llame "mi princesa" yo solo soy tu princesa. Tu eres el auténtico príncipe encantador, el príncipe azul. Me doy cuenta de que soy una mota de polvo comparada con cualquier persona del mundo (a estas alturas tu estás entre ellos), que no merezco importarle a nadie...
Gracias por aceptarme, tienes el corazón más enorme de este mundo y de verdad siento si alguna vez te herí.
Sé que mi corazón encajaba perfectamente en tus manos, que mi alma se funde con tu cuerpo y que mi cuerpo solo sabe ser cuando está entre tus brazos.
Pero tu nunca me prestaste tu corazón para mirar si cabía en mis manos, encerraste tu alma en ti y nunca me prestaste tu cuerpo. Ahora puedo ver que la verdad es que nada de eso me pertenece y tú lo hiciste para no herirme. Debería agradecértelo, pero duele demasiado.
Envidio a la chica que tiene tu corazón y a las chicas que te pueden ver día tras día y alegrarse con tan solo tu presencia. No sabes lo que daría para simplemente poder estar al fondo de tu clase observándote, saber que eres feliz y que tu sonrisa mueve este mundo.
Te amo. Te amo como nunca he llegado a amar. Te amo como nunca amaré. Fui tuya al 100%, no hubo una parte de mi que no cayese rendida a tus pies. Eras mi razón de sonreír y aunque suene muy egoísta, me cuesta verte feliz con ellos, te necesito.
Te he dejado ir, pero no significa que te haya podido olvidar, no todavía... Hay algún lugar en mi corazón que tiene la esperanza de que volverás y me dirás que me amas. Y que sin mi no eres feliz. Y que podemos ser felices para siempre si estamos juntos...
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