Querido tú:



Plantéate por un momento que desaparezco de tu vida, que así, de un día para otro, te dejo de hablar y no vuelves a saber nada de mi en tu vida.

Has notado como se te aceleraba el corazón ¿verdad?
Has notado como el estómago daba un vuelco ¿cierto?
Por un momento se te ha cortado la respiración ¿no?
Y seguramente cuando el aire ha vuelto a pasarte por los pulmones has notado un leve cosquilleo por todo el cuerpo...

Pues bien, cada vez que me desprecias o que me ignoras me siento así. Y esto empieza a ahogarme. Me desespera ese pinchazo que atraviesa mi corazón cada vez que me rechazas, odio las lágrimas que derramo noche sí y noche también por tu culpa, aborrezco pasarme el día pensando en ti, en ti y en ti...

Necesito que me ayudes. No sé si a olvidarte, a odiarte más, a superar esto o a qué, pero soy incapaz de vivir un día más con este dolor y esta pena.

Por favor, deja de pensar por un momento en ti y piensa en mi y en el daño que me causas.


Por favor, déjame ir... 

Comentarios

Entradas populares de este blog

El mismo dilema de siempre

Caídas

I'm scared